miércoles, 22 de julio de 2009

¿Qué representa la Copa de Oro para Panamá?

Por: Federico Meléndez V.
Mientras que otras selecciones se dan el lujo de utilizar este escenario para darle oportunidad al relevo generacional, Panamá se empecina en seguir apostando a figuras en declive donde el llamado ciclo cumplido es una realidad del cual no podemos escapar.
Es cierto que generalmente cuando se pierde se tiende a culpar inmediatamente al director, en esta ocasión el señor Gary Stempel no escapa a esta máxima; no obstante, quiérase o no, los directores tienen una cuota significativa en los resultados de las disciplinas de conjunto.
Alegar que la participación de Panamá en esta nueva versión de la Copa de Oro no fue un fracaso, es seguir desplegando cortinas de humo; debemos decir que si fue un fracaso y el mismo obedece a la ausencia de ciclos de trabajo; si seguimos improvisando no vamos a poder ganar una competencia que paulatinamente ha venido convirtiéndose en un torneo de respeto y en una vitrina para la exportación de jugadores a otros mercados.
La pregunta de rigor que salta a la vista es, ¿qué fuimos hacer a los Estados Unidos?
A ganar o tirarle puentes a dos ó tres jugadores para que resuelvan su situación laboral allende los mares al margen del interés colectivo; si esto es así, los fanáticos deben exigir una investigación prolija donde uno de los ajustes sea la no renovación del contrato del señor Stempel y de todas aquellas personas que avalan su estilo de trabajo; ya que se está coartando de manera deliberada la proyección de otros jugadores que bien pudieron estar en esta convocatoria para ir ganando experiencia de cara a la próxima cita mundialista del 2014, total, con los llamados legionarios no se ha ganado nada, el ejemplo más representativo lo fue la copa de UNCAF ganada por la selección nacional sin los llamado ungidos.
Panamá, que participó por cuarta ocasión en la máxima competición de la Confederación Norte, Centroamericana y del Caribe de Fútbol (CONCACAF), buscaba tener el papel protagónico que logró hace cuatro años cuando se ubicó segundo detrás del equipo de Estados Unidos.