jueves, 16 de febrero de 2012

IDEOLOGÍA Y MARKETING POLÍTICO

Por: Federico Meléndez Valdelamar
El pasado proceso electoral en Panamá dejó muchas enseñanzas que deben servir de punto de referencia a los partidos políticos de oposición, a las vanguardias del movimiento obrero y la llamada sociedad civil para construir una verdadera agenda de Estado que oriente al país por derroteros de democracia participativa, equidad y respeto a la diversidad.
En la aparición de los llamados liderazgos emergentes se mezclan diversos factores donde las ideologías y el marketing político juegan un papel fundamental. En Panamá una de las debilidades de los colectivos políticos es que carecen precisamente de ideologías fuertes, contundentes, que armen a sus membrecías de argumentos sólidos para el debate fecundo.
Los partidos que más se acercan a este anhelo es el partido arnulfista y el Partido Revolucionario Democrático, no obstante su praxis política se basa en una visión electorera, pragmática y clientelista debido a que a lo interno de estos colectivos las corrientes clientelistas tienen una enorme influencia en función de su poder económico lo que los pone en ventaja para administrar las necesidades de los electores.
Este escenario ha llevado una y otra vez a que el “marketing político trasfigure al electorado como un consumidor con necesidades y deseos específicos. Esto a su vez deviene en políticos fabricados de acuerdo con los resultados de estudios de opinión y no sobre el trabajo político con base en las ideologías de sus partidos”. (Aguirre, Laura Marina 2000)
Esta situación ha provocado que la comunicación política electoral quede sometida al marketing comercial en la cual se vende una imagen como si fuera un objeto de consumo, lo que imposibilita que los partidos políticos impulsen verdaderos proyectos políticos.
Laura Marina Aguirre previene “que el marketing como un hipercódigo ha cambiado la estructura de la comunicación política, la ha inclinado a imágenes y eslogan, sustituyendo los elementos ideológicos por elementos publicitarios”. La inocencia y en algunos casos temor e ignorancia, ha llevado a los líderes de los partidos políticos a no hablar de ideología, (tal vez por la inequívoca lectura del fin de las ideologías) para dar paso a ideas vagas e intenciones forzosamente generosas; en Panamá se habló de un “cambio”, pero ese slogan ¿a quienes o quien favorece?
Un poco de docencia política nos lleva a precisar “que la ideología es un conjunto de ideas, principios y valores que están ligados por normas, las cuales construyen un sentido, una conducta determinada por una ética” (Touchard citado por Aguirre, Laura Marina)
Si los partidos políticos, portadores también de valores cívicos y morales, siguen apostando a las necesidades de corto plazo muy difícilmente los electores podrán ser atraídos a los proyectos de nación y a los grandes problemas nacionales. El tanque de gas y las cinco libras de arroz perduraran por mucho tiempo.