lunes, 21 de septiembre de 2009

LOS OCÉANOS REGULAN EL CLIMA

Por: Federico Meléndez Valdelamar
Cuando se habla de los océanos, generalmente lo vinculamos a la navegación marítima, la pesca y la extracción de petróleo.
No obstante, esta inmensa masa de agua que cubre el 71 por ciento de la superficie de la tierra, tiene un papel fundamental para nuestro clima. Por ejemplo, si de funciones se trata, hay que subrayar que los océanos absorben y reflejan la luz del sol; Almacenan calor; Transportan el calor que almacenan; Provocan la mayoría de los cambios del sistema climático; Son la principal fuente de vapor de agua atmosférico e Intercambian gases (como CO2) con la atmósfera.
Hay evidencias contundentes que la mayoría de los países, incluyendo a los altamente industrializados, dedican poco tiempo y dinero a la investigación y protección de los mares.
Xavier Pastor, director ejecutivo de la organización ecologista Oceana en Europa, externa que “se ha podido comprobar que sólo el 1 por ciento de los presupuestos de las organizaciones medioambientales está destinado a los océanos”.
Oceana, la organización que lidera Pastor, comparte diagnósticos y alerta sobre factores vinculantes a los océanos que provocan escalofríos.
Capturas accidentales: millones de ejemplares son pescados por flotas industriales que no buscan capturarlos y los devuelven al mar muertos o heridos; estas capturas suponen una cuarta parte de las capturas mundiales.
Hay delfines que presentan niveles tan altos de contaminantes que podrían considerarse residuos peligrosos.
El 30 por ciento de los recursos pesqueros podrían desaparecer hacia el año 2048 debido al papel arrollador de la pesca industrial.
Hay pruebas del descenso en la densidad de población de muchas especies en un 10 por ciento, en relación a los niveles de los últimos 50 años.
El fondo marino destruido por la retropesca equivale a todo el territorio europeo.
Gabriel Despaingne, autor intelectual del Corredor Marítimo Panameño para proteger las ballenas y de la elaboración de un mapa para ubicar en el istmo los lugares donde pernoctan estos enormes cetáceos, sostiene que “Los océanos son el habitad de las ballenas, pero cada día su sustento disminuye, el Krill, principal alimento de las ballenas se reduce y podrían disminuir aun más al agudizarse el cambio climático. Otras amenazas para las ballenas son: la cacería, accidentes por colisión, sonares, la contaminación y el manejo irresponsable de los mares del mundo. El conjunto de la biodiversidad marina está en jaque y para ello es necesario establecer un modelo de gobernabilidad que articule una estrategia que ponga fin al caos y genere alternativas que salven el planeta. Lo hacemos o tal vez no lo contamos”.
A parte de las inquietudes, preocupaciones y predicciones hay que rescatar las señales interesantes que se encuentran en el camino; por ejemplo, la celebración por primera vez que la Organización de las Naciones Unidas le dispensa un tema tan vital, como lo es el de los océanos, la organización supranacional ha interpretado en su justa dimensión la importancia de proteger los ecosistemas marinos
Una decisión tomada por la Asamblea General el año pasado, el 8 de junio será la fecha en que se recordará el papel fundamental que tienen los mares para el equilibrio medioambiental del planeta. Este año, el lema elegido es “Nuestros océanos, nuestra responsabilidad”.
El Secretario General de la ONU, Ban Ki-moon, sostuvo “que las actividades humanas tienen terribles consecuencias en los mares y océanos del mundo”.
Agregó que tanto “la acidificación, como el aumento de las temperaturas y del nivel de los mares causados por el cambio climático amenazan la vida marina y las economías de las comunidades que viven en las zonas costeras”. El autor es miembro de la Red Hídrica de Centroamérica y de la Red Latinoamericana de Periodistas Ambientales.