lunes, 5 de diciembre de 2011

Un laboratorio llamado El Bebedero

Por: Federico Meléndez Valdelamar
El clientelismo político bien administrado da buenos resultados, para una muestra de esta máxima está lo que aconteció el pasado 4 de diciembre en un corregimiento llamado El Bebedero localizado en el fértil valle de Tonosí, provincia de Los Santos.
El Bebedero se convirtió en un laboratorio político, un sector de la clase política en el poder y la otra en oposición, echaron mano de toda su experiencia para encantar a una población donde las limitaciones y la carestía están a la orden del día.

Al final de la jornada, los electores que según datos del Tribunal Electoral sumaron un 86% de participación, favorecieron la propuesta de gobierno representada en la maestra Nidia Cureña.

Las lecciones que se pueden extraer de ese ejercicio electoral son muchas. En primer lugar, representan una muestra palpable y un anticipo de lo que serán las elecciones del 2014 donde el partido en el poder hará funcionar toda su maquinaria para salir airoso en todas las elecciones cueste lo que cueste, a sabiendas de que cuenta con un Tribunal Electoral que no da muestras categóricas de hacer cumplir las leyes electorales que garanticen la transparencia de estos procesos.

Un ejemplo reciente lo constituye el hecho fehaciente que pudieron observar por si solo los magistrados del Tribunal Electoral en su recorrido en El Bebedero; nos llama la atención a propios y extraños el por qué no se ha actuado de oficio inmediatamente, lo que nos lleva a pensar que en el rejuego de la democracia panameña los intereses personales se seguirán imponiendo por encima de los intereses de la colectividad.
En segundo lugar, el triunfo de la maestra Nidia Cureña no puede considerarse un referente científico para el 2014, Cureña obtuvo 627 votos de un total de 968 sufragios. Saavedra logró 278 votos, mientras que el candidato independiente Carlos Domínguez obtuvo 58 votos. Se identificaron cinco votos en blanco.
En el 2014 la medición de fuerzas será a otro nivel, lo rescatable para el PRD en oposición es que mantuvo los llamados “votos duros”. El partido PRD en oposición todavía está a tiempo de reinventarse retomando las enseñanzas de su líder Omar Torrijos, esto conlleva frenar los voraces apetitos de los asomos de propuestas presidenciales que solo les interesan sus proyectos personales y finalmente priorizar un proyecto social con equidad, sostenibilidad y participación ciudadana asi como también definir si es un partido electorero o socialdemócrata.






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