martes, 6 de mayo de 2014

ASIMETRIA ELECTORAL

ASIMETRIA ELECTORAL Por: Federico Melèndez Valdelamar En el triunfo de Varela como nuevo presidente de Panamá, bien puede utilizarse la metáfora de que “en política no hay sorpresas, sino sorprendidos”. Quienes le daban cada semana prioridad en sus análisis fríos, llanos y apocalípticos a las encuestas, ignoraron muchos factores que hay que ponderar para poder orillar reflexiones que se conviertan en verdaderos cuadernillos educativos para la mayoría de la población que dejó claramente establecido que las figuras políticas tienen un peso significativo, inclusive por encima de los partidos que representan. Cómo se explica que Varela gane de manera abrumadora, y la cuota de sus diputados sea ínfima; Navarro no salga y obtenga un número significativo de diputados al igual que el ungido de Martinelli. Como figura cimera del partido panameñista, Varela articuló un discurso elaborado, creíble, atrayente y vertical, en donde estableció particularidades muy concretas para mejorar la calidad de vida de los panameños; su mayor fortaleza fue distanciarse paulatinamente de un amigo de camino que colaboró con la exhibición de presuntas irregularidades en el manejo de dinero para una fundación familiar. A la par de este distanciamiento, Juan Carlos Navarro, de quien se esperaba un discurso más comprometedor y profundo, jamás aclaró las acusaciones del dinosaurio Doens de ser parte de un grupo afín a Martinelli. Por el momento, lo más inteligente que puede hacer la dirigencia perredista es renunciar a sus cargos y quienes lo releven, deberán favorecer un estilo más humilde en sus actuaciones con objetivos al menos cercanos a la social democracia, ò en el menor de los casos echar mano del modelo torrijista, dándole prioridad a la escuela de formación sin recelos ideológicos y mezquinos. Al hacer uso de los conceptos y categorías, lícitos para ser tomados en cuenta, hay que considerar que un grupo poderoso de la oligarquía panameña, con algunos asomos de humanismo, se apresta a llegar al palacio de las garzas; pocos cambios se vislumbran al otear el horizonte panameño en temas sensibles como la seguridad, educación, salud, equidad, canasta básica y la desaparición paulatina de los bosques y humedales panameños. El escenario que se le presenta al electo presidente Juan Carlos Varela, no será fácil, en el plano nacional deberá sentarse a regañadientes con los diputados del PRD en la asamblea, para equilibrar y doblar la correlación de fuerzas a su favor, bajar la intromisión del ejecutivo en las instituciones de justicia, y en el plano internacional devolverle al país las simpatías y respeto de que gozaba la diplomacia panameña. Por otro lado pareciera que el electorado panameño apostó a una figura que no le temblará la mano para investigar todos los casos de corrupción que se han venido cuestionando durante todo el periodo presidencial de Ricardo Martinelli, y sus más allegados colaboradores. La gran interrogante es: ¿cómo cumplirá Juan Carlos Varela con las expectativas del pueblo panameño en cuanto a castigar la corrupción?

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